Mantener un clima de comunicación constante en el seno del club es fundamental para que todo funcione como debe de funcionar. Pero más aún en épocas difíciles, en las que es fácil que surjan dudas, rumores y suposiciones sobre la estabilidad de los puestos de trabajo o del sueldo o, incluso, sobre la viabilidad de la empresa. Entre otras cosas porque ese clima interno es el que, de forma más o menos diáfana, se transmite a los socios o clientes del club. Es un error pensar que cuidar la comunicación interna es un lujo reservado para las grandes empresas.
La comunicación interna depende directamente del Director del Club y debe planificarse en función de los objetivos que quiera alcanzar, partiendo del principio de que el empleado es el primer público de la empresa. Todo lo que consigamos “hacia adentro” en cuanto a cultura corporativa, será lo que se transmita “hacia afuera”, hacia nuestros socios o clientes.

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